La obesidad es una condición de salud compleja que requiere enfoques personalizados para lograr los mejores resultados posibles, tanto desde el punto de vista físico como mental y emocional.

Aunque existe la creencia popular de que el tratamiento para la obesidad es algo sencillo, las formas de abordar el problema son numerosas y dependen en gran medida de los factores que hayan contribuido al aumento de peso excesivo.

Por lo tanto, en este artículo, vamos a explorar los principales tratamientos para la obesidad, además de conocer un poco más sobre esta condición de salud tan común y compleja.

¿La obesidad tiene tratamiento?

Sí, la obesidad es un problema de salud que puede ser tratado de diversas formas.

Sin embargo, la elección del tipo de tratamiento dependerá de varios factores:

• El grado de obesidad, definido a partir de pruebas como el Índice de Masa Corporal (IMC).
• Los problemas de salud asociados.
• Las preferencias personales.
• De esta manera, el mejor tratamiento para la obesidad para una persona puede no ser adecuado para otra, ya que cada caso es único.

Principales tratamientos para la obesidad

Los tratamientos para la obesidad buscan no solo la reducción del peso, sino también la mejora de la salud en general y la promoción de hábitos de vida saludables a largo plazo.

Estos tratamientos pueden incluir diferentes enfoques de salud, como asesoramiento nutricional individualizado, programas de ejercicio, terapia conductual, uso de medicamentos e intervenciones quirúrgicas, como la cirugía bariátrica.^[1]

De esta manera, es posible reducir los riesgos de recuperar el peso perdido, como suele ocurrir con algunos programas de pérdida de peso «de moda».

1. Cambios en la alimentación

Mantener una dieta equilibrada y saludable es fundamental para el manejo de la obesidad.

Estos cambios generalmente incluyen la reducción de la ingesta de calorías, la elección de alimentos nutritivos y ricos en fibra dietética, disminuir el tamaño de las porciones y evitar alimentos altamente procesados, ricos en grasas saturadas y azúcares refinados.

2. Práctica de ejercicio físico

La práctica de ejercicio físico es otro punto esencial en el tratamiento de la obesidad, ya que ayuda tanto en el mantenimiento del peso como en el aumento de la masa magra.

Además, el ejercicio también contribuye a mejorar la salud mental, la autoimagen y la socialización.

3. Medicamentos para la obesidad

El uso de medicamentos puede ser una estrategia efectiva para lograr la pérdida de peso, especialmente cuando se combinan con cambios en el estilo de vida.

Sin embargo, el uso de medicamentos por sí solo no es suficiente para mantener los resultados a largo plazo si no se implementan cambios en el estilo de vida.

4. Cirugía Bariátrica

Existen diferentes tipos de cirugía bariátrica, que pueden implicar distintos niveles de restricción en la absorción de calorías y nutrientes, además de reducir la cantidad de alimentos que la persona puede ingerir.^[2]

En general, el tratamiento quirúrgico se recomienda para casos más graves de obesidad o para personas que tienen complicaciones de salud relacionadas con la obesidad, como la diabetes tipo 2.

5. Psicoterapia

La psicoterapia es un componente muy importante en el tratamiento de la obesidad^[3], ya que contribuye a:

• Facilitar cambios duraderos en el comportamiento.
• Mejorar la autoestima y la imagen corporal.
• Desarrollar estrategias para evitar el aumento de peso.
• Tratar posibles trastornos alimentarios y otros problemas de salud mental.

6. Tratamientos para problemas de salud asociados a la obesidad

También es importante tratar cualquier condición de salud relacionada con la obesidad, como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, el colesterol alto y la apnea del sueño.

Esto puede implicar el uso de medicamentos específicos, monitoreo frecuente y cambios en el estilo de vida.

Cuidado con las soluciones milagrosas

De vez en cuando, surgen en los medios opciones «revolucionarias» para la pérdida de peso, normalmente descritas como formas milagrosas de solucionar el problema.

Algunos ejemplos son:

• Uso de suplementos sin evidencia científica.
• Dietas extremadamente restrictivas.
• Uso de sustitutos de comidas, como los famosos batidos adelgazantes.
• Uso de hierbas medicinales.

Independientemente de la forma milagrosa de adelgazamiento, la ciencia y la experiencia clínica han demostrado que estos tratamientos no funcionan a largo plazo.

Esto significa que, aunque algunos de estos tratamientos puedan provocar una pérdida de peso rápida, la persona tiende a recuperar el peso perdido después de finalizar el tratamiento.

Además, estos tratamientos también pueden causar problemas graves de salud, como intoxicaciones, deficiencias nutricionales y, en casos más graves, daños en el hígado y los riñones.

Por lo tanto, el tratamiento de la obesidad debe ser supervisado por profesionales cualificados, evitando así riesgos innecesarios.

Resumen

• La obesidad puede tratarse de diversas maneras, dependiendo de las características individuales de cada persona.
• El tratamiento suele consistir en una combinación de enfoques, con el objetivo de mejorar la eficacia y prevenir el aumento de peso a largo plazo.
• Sin embargo, al igual que ocurre con otros problemas de salud, existen tratamientos que se promocionan como «milagrosos», pero que en realidad pueden empeorar la salud de las personas con obesidad.
• Por lo tanto, es crucial el seguimiento multiprofesional para esta condición, dada la complejidad de la obesidad y las posibles consecuencias para la salud.