¿Alguna vez has oído hablar de la fase de luna de miel? Y no nos referimos a la conocida fase de luna de miel o ese viaje inolvidable después de una boda. También hablamos de una fase de luna de miel después de una cirugía de pérdida de peso. En este blog, te explicamos qué significa.

¿Qué es la fase de luna de miel?

La fase de luna de miel comienza aproximadamente 8 meses después de la cirugía de pérdida de peso y dura un promedio de 16 meses. Después de la cirugía viene un período en que debes aprender nuevos hábitos (alimenticios) y empiezas a perder los primeros kilos. Es un período de descubrimiento de lo que puedes y no puedes comer en el que todavía tienes que acostumbrarte a la nueva situación y a tu cuerpo cambiante. En la fase de luna de miel ya has pasado eso. Los kilos se desvanecen, tienes menos hambre y el ejercicio es mucho más fácil. Ya no tienes que pensar tanto en hábitos saludables y te sientes bien contigo. ¿Y qué tal toda esa ropa bonita que finalmente puedes volver a usar?

¿Qué experimentan las personas durante esta fase?

• La pérdida de peso se produce casi sin esfuerzo
• Menos hambre y más energía
• Menos o ningún dolor y síntoma relacionado con el sobrepeso, como la diabetes
• Halagos y sentirse visto/a por otros
• Un sentido de orgullo, autoconfianza y una imagen más positiva de uno mismo
• Un aumento de la felicidad que tiene un impacto positivo en la familia, el trabajo y la vida diaria.

¿Qué sucede después de que la luna de miel termine?

Cada persona y cada cuerpo son diferentes. Eso significa que no todas las personas que se someten a una reducción de estómago pasan por la fase de luna de miel. Tal vez encontraste difícil el primer año después de la cirugía, ya sea por los efectos secundarios, porque no desaparecieron todos los síntomas o porque la pérdida de peso no fue tan rápida como esperabas. También sucede que las personas experimentan una autoestima más baja después de la cirugía.

¿Qué sucede después de que la luna de miel termine?

Alrededor de 1,5 a 2 años después de la cirugía, es posible que vuelvas a ganar peso. Una de las razones es que la grelina (la "hormona del hambre") que ya no se producía en el estómago, ahora es producida nuevamente por otra parte de tu cuerpo. Esto te hace sentir más hambre y eso requiere disciplina para no comer en exceso. Además, tu cerebro se ha acostumbrado a la sensación positiva y a la versión más delgada de ti, así como otros ya no notan que has perdido tanto peso. Esto puede hacerte volver a caer en viejos hábitos.

La cirugía no es la solución

La cirugía de pérdida de peso no es una cura milagrosa y no lo resuelve todo. Sin embargo, es un primer paso importante hacia una vida más saludable, pero el verdadero desafío comienza después. Después de todo, cualquier sentimiento de tristeza, ira o impotencia no desaparece de repente después de la cirugía. Entonces, ¿qué haces en situaciones difíciles? ¿Cómo te motivas para hacer ejercicio cuando realmente no tienes ganas? ¿Sigues tomando multivitamínicos sin importar cómo te sientas? Esto requiere fuerza, coraje y una buena dosis de perseverancia. No solo hoy, sino durante toda tu vida.

Obtén ayuda

La obesidad no siempre tiene una causa física. A menudo, en realidad, es mental. Tomemos como ejemplo la alimentación emocional. Dado que comer ya no puede ser un refugio, es valioso abordar problemas subyacentes y procesar eventos pasados. Por lo tanto, pide ayuda a tiempo a un amigo o una persona con intereses similares, pero también un entrenador o psicólogo. Permítete recibir ayuda para poder aferrarte a ese gran y orgulloso sentimiento y todo lo que has logrado.