Obesidad y envejecimiento: cómo el peso puede influir en la longevidad y calidad de vida

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Conforme envejecemos, nuestro organismo experimenta cambios que pueden propiciar la aparición de ciertas condiciones de salud. Pero, cuando añadimos la obesidad a esta situación, los riesgos suelen aumentar.

Por eso, existe una preocupación creciente por el control del peso en personas mayores, involucrando diferentes especialidades de la salud.

Entender con más detalles la asociación entre obesidad y envejecimiento, así como las formas de evitar complicaciones de salud, es esencial para garantizar la mejor calidad de vida posible.

Enfermedades crónicas y envejecimiento

El exceso de tejido adiposo, o grasa, produce algunas sustancias que estimulan la inflamación: las citoquinas proinflamatorias.

Así, una persona con obesidad suele tener una inflamación crónica de bajo grado que, a su vez, está íntimamente asociada con algunas enfermedades relacionadas tanto con la obesidad como con el envejecimiento[1]. Algunos ejemplos son:

  • Diabetes tipo 2 (will hyperlink to web pages)
  • Enfermedades cardiovasculares
  • Hipertensión arterial
  • Artritis
  • Algunos tipos de cáncer

Además, la obesidad también puede modificar el equilibrio metabólico del cuerpo, promoviendo la resistencia a la insulina y la acumulación de grasa visceral.

Por eso, mantener un peso saludable reduce bastante la probabilidad de que se desarrollen estos problemas, aunque no sea posible prevenir el 100% de los casos.

Ejercicios, movilidad y calidad de vida

La práctica regular de ejercicio físico es de suma importancia para quienes están enfrentando la obesidad, especialmente si tenemos en cuenta la edad.

Esto se debe a que el ejercicio no solo contribuye a la pérdida de peso y la reducción de la grasa corporal, sino que también mejora la movilidad y la calidad de vida.

Así, podemos decir que el ejercicio trabaja diferentes estructuras y habilidades del cuerpo, como:

  • Masa muscular
  • Densidad ósea
  • Equilibrio
  • Flexibilidad
  • Coordinación motora

La importancia de la masa muscular

Con el avance de la edad, naturalmente ocurre una disminución de la masa muscular, conocida como sarcopenia, que está asociada con la debilidad muscular, pérdida de movilidad y aumento del riesgo de caídas y lesiones[2].

Por lo tanto, invertir en la preservación y fortalecimiento de la masa muscular a través de ejercicios de resistencia es esencial para promover la autonomía y la capacidad de realizar actividades diarias de forma independiente.

Además, la musculatura más desarrollada juega un papel importante en el metabolismo y la salud de los huesos, a través del estímulo de la producción de hormonas importantes para la formación ósea.

¿Es posible prevenir la obesidad?

Sí, la obesidad es un problema que puede prevenirse, independientemente de la edad de la persona.

Para eso, existen diferentes formas de abordar la cuestión, como:

  • Cambios en la alimentación, para evitar excesos de calorías y grasas saturadas, por ejemplo.
  • Práctica de ejercicio físico, tanto para aumentar el gasto calórico como para construir masa muscular.
  • Intervenciones conductuales y psicológicas, para modificar la relación con los alimentos y otras cuestiones que puedan llevar al aumento de peso.
  • Monitoreo de cuestiones de salud que puedan causar obesidad, como niveles hormonales.
  • En caso de que la obesidad ya sea un problema en la vida de la persona, existen profesionales especializados en su tratamiento.

Consideraciones nutricionales

El envejecimiento está frecuentemente asociado con importantes cuestiones nutricionales, lo que aumenta el riesgo de desnutrición y deficiencias de micronutrientes.

Esto se debe a una serie de factores, que incluyen:

  • Cambios en el apetito
  • Dificultades para masticar y tragar correctamente los alimentos
  • Problemas de salud crónicos
  • Alteraciones en el metabolismo

Por lo tanto, para garantizar una nutrición adecuada y saludable, es necesario tener en cuenta las necesidades individuales y los desafíos específicos asociados con el envejecimiento.

Para eso, existen estrategias prácticas que pueden ayudarte, recordando que deben ser orientadas por un profesional de la nutrición. Estas incluyen:

  • Planificación previa de las comidas
  • Adaptación de texturas y consistencias
  • Uso de suplementos nutricionales específicos, si es necesario
  • Seguimiento regular de los niveles hormonales y de nutrientes, para ir adaptando las estrategias

De esta manera, es posible promover un envejecimiento saludable y activo, al mismo tiempo que se previene o trata la obesidad.

Envejecer no es una enfermedad

Esta es una afirmación que puede parecer simple y obvia, pero no siempre lo es.

A menudo vemos el envejecimiento como sinónimo de enfermedad. Sin embargo, aunque haya cuestiones de salud que puedan volverse más comunes con el paso de los años, estas condiciones pueden ser evitadas o atenuadas, cuidando bien de la salud de manera constante y regular.

Además del seguimiento médico periódico, es importante centrarse en el bienestar emocional, cultivando una red de apoyo y relaciones, ya sean familiares o de amistad, ya que también son esenciales para mantener la calidad de vida y el bienestar.

Entonces, nuestro consejo es encarar el envejecimiento como lo que realmente es: una parte natural de la vida que puede ser disfrutada y llevada con buena salud, bienestar y levedad.

Referencias

Articulo tomado de Hablando de obesidad.

Referencias
1 Saltiel AR, Olefsky JM. Inflammatory mechanisms linking obesity and metabolic disease. J Clin Invest. 2017 Jan 3;127(1):1-4. doi: 10.1172/JCI92035.
2 Envelhecimento, estresse oxidativo e sarcopenia: uma abordagem sistêmica. 2012. Rev. bras. geriatr. gerontol. 15 (2). https://doi.org/10.1590/S1809-98232012000200018
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